«Esta empero es la vida eterna: que te conozcan el solo Dios verdadero, y a Jesucristo, al cual has enviado.» Jn.17:3.

Según las palabras del apóstol Pablo a los tesalonicenses, serán castigados de eterna perdición los que no conocen a Dios; y según las palabras del apóstol Juan, conocer a Dios es guardar sus mandamientos.

«...cuando se manifestará el Señor Jesús del cielo con los ángeles de su potencia, en llama de fuego, para dar el pago a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales serán castigados de eterna perdición por la presencia del Señor, y por la gloria de su potencia.» 2Tes.1:7-9.
«Y en esto sabemos que nosotros le hemos conocido, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le he conocido, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y no hay verdad en él.» 1Jn.2:3 y 4.

Lector, si usted cree ser espiritual, asegúrese de no estar confundido, pues el diablo está engañando a muchas personas que se consideran a sí mismas como instrumentos de Dios. Si Satanás se mostrase tal cual es, a nadie podría engañar, por eso él se transfigura en ángel de luz, y hace aparecer a sus ministros como ministros de justicia. 2Cor.11:14 y 15.
Lector, reconozca el peligro: Usted puede creer que está salvado, puede ser miembro activo en alguna iglesia, puede, inclusive, tener manifestaciones similares a los dones del Espíritu Santo, y, con todo eso, en el Día del Juicio puede ser rechazado por el Señor como desconocido, por no guardar sus mandamientos.
¿Le parece extraño lo que digo? Pues mire usted, según las palabras de Jesús, de nada le servirá, invocar el nombre del Señor, ni en su nombre profetizar, echar fuera demonios, hacer milagros, etc., si no está haciendo la voluntad del Padre que está en los cielos.

«No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos: mas el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre lanzamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les protestaré: nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad.» Mat.7:21-23.

Quizás usted creía que en estos versículos Jesús se refería a los que fueron fieles y después se volvieron atrás, o sea, a los que de verdad hicieron milagros en nombre del Señor y después volvieron a la iniquidad; pero note que no les habrá de decir: «Ya no os conozco», sino que les dirá: «Nunca os conocí», lo cual da a entender que las obras milagrosas que hacen los desobedientes nunca son hechas por Espíritu de Cristo, sino por un espíritu de error que imita al Espíritu Santo en cualquiera de sus manifestaciones, menos en la obediencia a los 10 Mandamientos de la Ley de Dios.
El mismo Jesucristo dijo que a los creyentes (de todos los tiempos) les siguen señales extraordinarias.

«Y estas señales seguirán a los que creyeren: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; quitarán serpientes, y si bebieren alguna cosa mortífera, no les dañará; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.» Mar.16:17 y 18.

San Pablo recomendó la búsqueda de los dones espirituales (1Cor.14:1) así que usted hace bien si procura alcanzarlos, pero tenga cuidado de no ser engañado. Asegúrese de que el Señor lo conoce, conociéndole usted a El, pues de esto depende la vida eterna. Recuerde: Conocer a Dios es guardar sus mandamientos.

Spmay. B. Luis, Año 1971